Soy cristal, de benicarló, y estas noches navideñas me vuelvo fuego bajo las luces. en vinaròs me miran… en peñíscola me desean… y en càlig y sant jordi ya saben que, cuando camino con mi abrigo entreabierto, no busco calor: busco tentación. la navidad trae magia, pero yo traigo algo mejor: un susurro al oído, una mirada que derrite el frío
y esas ganas de que me desenvuelvas
como si fuera tu regalo más prohibido. ¿te atreves a venir a buscarme… antes de que la noche se caliente sola?